Dolor del Hombro

Muchas personas sufren de dolores de hombro, ya sea por un traumatismo o por un esfuerzo, o incluso en forma espontánea. El dolor de hombro es la tercera causa de dolor musculoesquelético, después del dolor lumbar y del de cuello. 

Los pacientes con dolor en el hombro suelen quejarse de molestias al elevarlo o moverlo hacia adelante, dificultad para dormir y limitaciones en actividades como llevar la mano hacia la espalda, manejar o levantar objetos por encima del hombro. 

Anatomía del hombro

La articulación del hombro es la más móvil del cuerpo humano. Está compuesta por varias estructuras:
Húmero: El hueso del brazo que se conecta con la escápula y la clavícula.
Escápula (u omóplato): Situada en la parte externa del hombro.
Húmero: El hueso del brazo que se conecta con la escápula y la clavícula.
Glena: Porción de la escápula que se articula con el húmero.
Tendones del manguito de los rotadores: Incluyen el supraespinoso (por encima), el subescapular (por delante) y el infraespinoso y redondo menor (por detrás).
Bursa o cojinete graso: Protege y facilita el deslizamiento en la articulación.
Nervios de la columna cervical: Proporcionan sensibilidad y movimiento al hombro.

Causas comunes de dolor en el hombro

Como vemos, son muchas las estructuras que pueden causar dolor en el hombro. Los problemas más comunes que causan dolor son:
Fracturas: Resultantes de traumatismos directos.
Lesiones de tendones: Desde tendinitis hasta desgarros.
Inestabilidad: El hombro puede salirse de lugar debido a problemas en ligamentos o cartílagos.
Artrosis: Desgaste del cartílago. 
Dolor referido: Puede originarse en otras partes del organismo, especialmente del cuello.

Evaluación y Tratamiento


Diagnóstico preciso:  La evaluación de problemas en el hombro requiere especial cuidado para diagnosticar con precisión la causa del dolor y, con ello, orientar adecuadamente el tratamiento. Es importante considerar que existen enfermedades del cuello u otros órganos que pueden simular lesiones en el hombro . Por lo tanto, la persona con estos problemas debe ser examinada minuciosamente por un especialista. 
Tratamiento conservador: Incluye inmovilización con cabestrillo, antiinflamatorios y terapia física. Aunque la recuperación puede ser prolongada (varias semanas o meses), el pronóstico generalmente es favorable.
Infiltración con corticoides: En casos selectos, siempre que no haya desgarros asociados (ya que las infiltraciones en tendones desgarrados pueden empeorar la lesión).
Alternativas quirúrgicas: La artroscopía de hombro es una opción efectiva. Mediante pequeñas incisiones, se examina la articulación con una cámara de video y se utilizan herramientas para cortar, resecar o reparar las estructuras dañadas. Los resultados de estas cirugías suelen ser buenos a excelentes, y la recuperación suele ser ligeramente mejor y más rápida que en la cirugía abierta.

Recuerda que cada caso es único, y es importante consultar con un profesional para determinar el tratamiento adecuado.
¡Cuida tu hombro y busca atención médica si experimentas dolor persistente!